Thursday, 27 August 2015

Los Huevos de Fabergé

1 gallina 500Los famosos huevos de Fabergé son en realidad huevos de Pascua. El domingo de resurrección es la mayor fiesta religiosa del año en los países de Europa del este, igual que para nosotros la Navidad. El regalo más típico de esta época del año es el huevo de Pascua porque simboliza larga vida.
Peter Carl Fabergé siguió la trayectoria de su padre que era joyero y concursó con varios diseños en la Exposición Panrusa de Moscú en 1882 donde obtuvo el primer premio. Esto hizo que el Zar Alejandro III se fijara en él y le encargara un año después la realización de un huevo de Pascua para regalárselo a la Zarina María.
coronacion 500Fabergé realizó un huevo con cáscara de platino que contenía dentro uno más pequeño de oro que dentro tenía una gallina también de oro.

Este huevo-joya tuvo tanto éxito que el Zar le encargó realizar uno nuevo cada Pascua. Cuando murió el emperador, su hijo el Zar Nicolás II continuó con la tradición y cada domingo de Pascua le regaló un huevo a su madre y otro distinto a su mujer la Zarina Alejandra.
Este es el Huevo que le regaló a su mujer con motivo de su coronación realizado con esmalte de oro y diamantes engastados que forman el escudo del águila imperial. En su interior hay una replica en oro del carruaje con el que entraron en Moscú.

Los huevos de Fabergé siempre contenían una sorpresa. Para su realización utilizaba el esmalte guilloché, metales como el oro y piedras preciosas. Buscaba representar los colores de la naturaleza simulando flores, plantas, insectos y pájaros siempre con el estilo art nouveau típico de esa época.
Estos son algunos de los que encargó el Zar Nicolás:
3 lirios 500En 1898 le regaló a su mujer el llamado Huevo de los lirios del valle. Está realizado en esmalte rosa con perlas y diamantes con forma de lirios. Al presionar una perla de un lateral, por la parte superior aparecen tres retratos pintados al óleo del Zar y sus dos hijas mayores.












4 cuco 500
El Huevo del cuco es de estilo barroco. Está realizado en esmalte azul-violeta y tiene un reloj en su parte frontal. La peculiaridad de esta pieza es que al presionar un botón de oro que tiene en la parte superior, sale un cuco que mueve sus alas.

















5 arbol 500La misma singularidad tiene el Huevo del naranjo que le regaló a su madre. Se trata de una réplica de un árbol en esmalte verde con frutas tropicales que son amatistas, rubíes y diamantes rosas. Al pulsar un botón, las ramas se levantan, suena música y un ruiseñor agita sus alas y abre el pico.














6 san jorge 500Otro muy característico es el Huevo de la Orden de San Jorge que está realizado en esmalte blanco con cuatro retratos del Zar Nicolás.

Fabergé fue nombrado orfebre y joyero de la corte imperial rusa y de otras monarquías europeas. La Revolución Rusa acabó con su joyería y le hizo refugiarse en Suiza hasta su fallecimiento.
De los 54 huevos imperiales de Fabergé sólo se conoce el paradero de 47. La mayoría siguen hoy en día en Rusia. Además de los imperiales, fabricó otros huevos conocidos por el nombre de los Huevos no imperiales para diversas personalidades de la época como Alfred Nobel, los duques de Marlborough o los banqueros Rothschild.
La realización de huevos de Pascua decorados es un oficio muy antiguo en Rusia pero fue Fabergé quien los transformó en un trabajo de orfebrería excepcional convirtiéndolos en joyas intemporales.

 Fuente original: http://blog.hola.com/nosvamosdejoyas/2013/11/la-curiosa-historia-de-los-huevos-imperiales-faberge.html

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Wednesday, 5 August 2015

Por qué los relojes siempre han tenido tanto que ver con los aviones



17 de diciembre de 1903, a las 0:35 de la mañana. Es la fecha y la hora exactas en que comenzaba una nueva era para el hombre: la era de la aeronáutica. Todo ocurría en la colina de Kill Devil, en la localidad de Kitty Hawk, en Carolina del Norte. Allí, los hermanos Wright veían realizado uno de sus sueños: volar.


Versión moderna de Breitling Transocean Chronograph Unitime, que la marca lanzó en los años cincuenta para los pilotos comerciales
Llevaban tiempo investigando sobre cómo podían fabricar una máquina voladora, dotada de motor, con la que el hombre pudiese surcar el cielo, y lo consiguieron. Pilotado por Orville Wright, construido junto a su hermano Wilbur y bautizado comoFlyer, la máquina voladora realizó esa mañana cuatro vuelos.
En el primero de ellos se mantuvo en el aire doce segundos, en los que consiguió recorrer una distancia de 36,5 metros. Fue el primer vuelo controlado, propulsado y pilotado de la historia. Los hermanos Wright continuaron desde entonces con sus trabajos, los cuales obtuvieron nuevos resultados y alumbraron otros ingenios voladores, como el Flyer II de 1904 ó el Flyer III de 1905.


Una actualización de Longines del reloj de ángulo horario de Charles Lindbergh
Otro pionero de la aviación es el brasileño Alberto Santos Dumont, gran amigo de Louis Cartier: el joyero francés diseñó en 1904 el modelo de pulsera que lleva su nombre, Santos, para que pudiese leer la hora en pleno vuelo. En Brasil está considerado como el padre de la aviación, pasando a la historia por ser el primer hombre en llevar a cabo el primer vuelo-salto, atestiguado oficialmente, de un avión propulsado y tripulado en Europa. El 12 de noviembre de 1906, en el Bois de Boulogne, logró recorrer una distancia de 220 metros en 21,2 segundos con su propio aeroplano, el 14 Bis.


El Zenith Pilot Montre D'Aéronef Type 20 GMT 1903 está inspirado en los relojes del servicio postal aéreo francés de 1939
Otra fecha importante en la era aeronáutica es el 25 de julio de 1909, día en el que el francés Louis Blériot se convirtió en el primer hombre en cruzar el Canal de La Mancha en aeroplano. Blériot sería posteriormente el nombre de algunos aviones, cosa que también ocurriría con el nombre Breguet.
Louis Breguet fue uno de los principales innovadores de la aviación francesa, desarrollando entre otros, el biplano Breguet I en 1909. El 23 de marzo de 1911 hacía historia transportando a once personas sobre una distancia de cinco kilómetros a los mandos de un voluminoso monoplano en parasol de diseño propio.


Oris Big Crown Flight Timer, una edición limitada para conmemorar el 60 aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial
Años más tarde, durante la Primera Guerra Mundial, se crean por vez primera las fuerzas aéreas en ambos bandos, lo que supone el comienzo de la aviación militar. Durante estos años comienzan a popularizarse el reloj de pulsera entre los soldados y los pilotos, que resulta ser más práctico que el reloj de bolsillo, tanto en tierra como en el aire.
Otra figura importante del mundo de la aviación (y asociada directamente a la relojería), es el capitán Charles Lindbergh, quien a los mandos del Spirit of St. Louis lleva a cabo la primera travesía del Atlántico Norte, en solitario y sin escalas. Realizó su hazaña los días 20 y 21 de mayo de 1297 y cubrió la distancia de 5.780 kilómetros que une Long Island (NY) con Le Bourget (París).


Reedición de IWC de su modelo Gran Aviador en 2006
Años más tarde, en 1939, daba comienzo la Segunda Guerra Mundial. Ya en estos años era más común el reloj de pulsera y, en concreto para los pilotos civiles y militares, se trataba de un elemento completamente indispensable para realizar con eficacia su labor.
Con el paso de los años, el hombre ha ido consiguiendo otros logros aéreos, incluso otro hecho de gran relevancia histórica que no habría sido posible sin la ayuda de la aeronáutica: la llegada a la luna el 21 de julio de 1969.

Hijos de la aviación


Uno de los modelos de Omega Speedmaster que acompañó al hombre a la luna
Los relojes han estado presentes en el nacimiento de la aviación. Desde que acompañaron a los hermanos Wright aquella mañana de 1903 se han convertido en un instrumento indispensable para realizar cálculos y mediciones en la navegación aérea. Muchas firmas de relojería han fabricado piezas específicas destinadas a los pilotos o relacionadas directamente con la aviación. Son muchas y eso hace imposible plasmar todas ellas en este espacio, pero citaremos algunas:
Lange & Söhne: la casa de Glashütte realizó piezas de gran calidad para la aviación, siendo uno de los proveedores de Lutwaffe alemana durante la Segunda Guerra Mundial. Utilizó calibres de bolsillo (Lange 48/1, por ejemplo), para adaptarlos a relojes de pulsera con 55 milímetros de diámetro. Aunque enormes, la legibilidad, además de la precisión, era indispensable en las alturas.
Bell & Ross: desde su nacimiento, sus relojes han estado inspirados en la aviación, de la que se ha inspirado para realizar piezas de gran visibilidad, sencillas, precisas, funcionales y fiables.
Breguet: Louis Breguet fue uno de los fundadores de Air France en 1933. Su modelo Type XX fue creado en los 50 especialmente para la aviación francesa.
Breitling: siempre relacionada con la aviación, son famosos sus relojes con regla de cálculo. Posee ediciones limitadas que homenajean hitos de la aeronáutica (como a los Wright), líneas con nombres como Navitimer, Airbourne o Cosmonaute, diversas patrullas aéreas como los Fighters, Eagles o los Wingwalkers, y hasta un avión, Superconstellation.
IWC: una de las grandes pioneras en este campo desde su Mark IX. Posee una colección completa de relojes de aviación y también sirvió a la Lutwaffe. Gran Aviador, Spitfire... Jaeger-LeCoultre: fue proveedor de la aviación francesa por la precisión de sus contadores de vuelo. Destaca su Chronofight.
Longines: su colección Avigation, que proviene de la unión de las palabras aviation y navigation, designa un término de navegación aérea que a principio de los años 20 creó el militar americano Philip Weems (Longines Weems Second-Setting Watch). También crearon, junto a Charles Lindbergh, el reloj que lleva su nombre y con el que realizó su hazaña del Atlántico Norte.
Omega: hizo piezas para la R.A.F. en 1914. Y qué decir de su Speedmaster y la Luna...
Oris: hay que mencionar sus modelos Big Crown, que fueron suministrados a la aviación aliada en la Segunda Guerra Mundial.
Otras firmas a destacar son Alpina, Blancpain, Chronoswiss, Ebel, Fortis, Hamilton, Hanhart, Glashütte, Glycine, Laco, Revue Thommen, Stowa, Tutima, Wempe o Zenith, pero como anunciamos al principio, no habría suficiente espacio ni en todo el número.
Articulo original: http://elpais.com/elpais/2015/01/08/icon/1420718418_580349.html

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